Capítulo 309
Capítulo 309
Ella tampoco entendia cómo había pasado de estar en el set de grabación antes de dormir a despertarse en casa. En realidad, Beatriz ni siquiera recordaba haber organizado algo así.
Las pestañas de Javier eran bastante largas. Beatriz se acercó suavemente, con la intención de medir su longitud con la mano. Aún no había tocado sus pestañas cuando él de repente abrió los ojos. Beatriz se encontró con su mirada: “Bue… Buenas noches“.
Javier tomó su mano, todavía medio dormido, la presionó hacia abajo y luego volvió a cerrar los ojos. Después de un rato, soltó la mano de Beatriz.
Fue entonces cuando Beatriz se dio cuenta de que estaba en esa casa suya a la que raramente iba. Lo normal seria que todavia estuviera en el set trabajando hasta tarde. Con una voz suave, dijo: “¿Viniste especialmente al set a visitarme?“.
Javier le pellizcó la mejilla: “Cuida más de tu salud“.
Beatriz se sintió un poco feliz, apartó las mantas que la envolvian y se acurrucó en los brazos de Javier. Él soltó una risa ahogada: “¿Por qué eres tan pegajosa?“.
Tan pegajosa y tan mimada. Con su rostro apoyado en su pecho, Beatriz dijo: “Entonces, si me enfermo, déjame tocar tus abdominales“.
Javier respondió: “Sigue soñando“.
Inicialmente, Beatriz no estaba tan obsesionada con la idea, pero después de que Javier la rechazara una y otra vez, se volvió más curiosa. ¿Por qué no dejarla tocar? Realmente no había ninguna razón.
Javier simplemente quería mantener en vilo a la cunosa joven.
No era un galán de discoteca, evidentemente, no podia dejar que lo tocaran cuando quisieran. Para tocarlo, definitivamente había que pagar un precio.
Beatriz todavia tenía hambre. Sacó su teléfono pensando en pedir comida a domicilio, pero Javier le quitó el móvil de las manos: “Hay comida en el refrigerador“,
Originalmente, su refrigerador estaba vacio, sin nada más que algunas mascarillas faciales, pero el mayordomo Gabriel había dejado algo de comida antes de irse. Beatriz calentó leche en el microondas y tomó medio vaso con sorbos lentos. Esta vez, su sistema inmunológico parecía estar bastante fuerte. Después de dormir un poco, la fiebre había desaparecido completamente y ya no sentia dolor de cabeza ni dolor corporal.
Quedaba poco trabajo en el set. Después de terminar esta pelicula, Beatriz queria tomarse un tiempo para descansar y recuperarse. Sentia que su cuerpo estaba demasiado débil últimamente; no podia soportar ni el más minimo frio.
Sosteniendo su vaso de leche, se sentó en el sofá: “Mira, ¿no es hermosa la vista nocturna desde esta ventana de piso a techo?“.
Incluso en la profundidad de la noche, las luces de fuera brillaban intensamente, formando un rio luminoso en movimiento. Ya eran las cuatro de la mañana, y Javier, completamente despierto, revisaba algunos correos recibidos la noche anterior, con tono distante: “¿Te gustaria vivir aquí en el futuro?“.
Por supuesto que no. Beatfiz aún preferia la familia Mangone. Le encantaban los deliciosos platos que preparaba tia Sara. Beatriz colocó su vaso vacío en la mesa y encendió el televisor del salón, pensando todavia en algunas cosas, NôvelDrama.Org is the owner.
Después de regresar a San Lisset, Beatriz habia buscado a Osmar, pero nunca pudo encontrarlo. Parecía ser cierto que había tomado una gran suma de dinero de Javier, ya que habia cerrado su empresa y, según
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los rumores, ahora viajaba por el mundo. Ese dinero probablemente era una compensación de divorcio de Javier a la familia Marchena para que dejaran en paz a la familia Mangone de una vez por todas.
Beatriz se sentía algo molesta, solo quería encontrar una oportunidad para atraparlo. Tres días después, Martin llamó a Beatriz, diciendo que alguien de la familia Marchena habia aparecido. Beatriz todavía estaba en el set desmaquillándose. Al oir la llamada de Martin, salió sin terminar de quitarse el maquillaje y condujo directamente hacia la casa de la familia Marchena.
Martin la había estado esperando fuera durante mucho tiempo: “Parece que tu madrastra y tu hermanastra no han regresado, solo ha vuelto tu padre“.